Muy linda nota, aunque nunca me gustó la película. En su momento, cuando la vi en el cine me indignó la soberbia del sociólogo. El personaje de Sacristán, creo que se llamaba Kurtz, era austríaco, o sea sin contexto. Me pareció una historia sin profundidad, inverosímil
Gran comentario y análisis con su vuelta de tuerca, apartándose de la nostalgia al describir la soberbia mesiánica setentista del personaje de Luppi y retomándola en el último renglón
Excelente nota, Gustavo, que comparto en su totalidad. En tanto la gente de izquierda siga convencida que ellos son los buenos y del otro lado todo lo que está mal, seguirá siendo imposible construir el más mínimo consenso.
Tremenda analogía, excelente post.
Excelente !
Muy linda nota, aunque nunca me gustó la película. En su momento, cuando la vi en el cine me indignó la soberbia del sociólogo. El personaje de Sacristán, creo que se llamaba Kurtz, era austríaco, o sea sin contexto. Me pareció una historia sin profundidad, inverosímil
Magistral Gustavo.
Gran comentario y análisis con su vuelta de tuerca, apartándose de la nostalgia al describir la soberbia mesiánica setentista del personaje de Luppi y retomándola en el último renglón
Esa película marcó mi vida también.
Excelente reflexión.
Excelente nota, Gustavo, que comparto en su totalidad. En tanto la gente de izquierda siga convencida que ellos son los buenos y del otro lado todo lo que está mal, seguirá siendo imposible construir el más mínimo consenso.
Excelente reflexión, gracias Noriega
Ahora quiero ver todas las películas de este director (por supuesto no vi ninguna). Muy bueno este artículo.