Gustavo, hoy escribo para coincidir. A mi ya alta edad, viajar en el tiempo se está volviendo una costumbre. Nunca al futuro, siempre hacia mi pasado remoto. Todos los días me despierto (quizás porque he soñado) pensando en algún fragmento de mi infancia o adolescencia. A veces esto ocurre a la noche, cuando no puedo dormirme y caigo en el insomnio.
Un hecho intrascendente que inexplicablemente viene a mi memoria, alguien apareciendo con claridad o, más frecuentemente, en la penumbra, nombres que revolotean pero se me escapan, lugares que parecen pero que no son. Esas piezas sueltas suelen motivarme a reconstruir el contexto y las circunstancias: quien era quien, cómo se llamaba, dónde vivía, a qué jugábamos, de qué hablabamos, cómo era su familia, su casa… Generalmente mis pensamientos se desvían, van a la deriva, se comportan como hipervínculos que me conducen a cualquier lado. O a ninguno.
Pero debo decir que, más allá de provocar alguna angustia y muchas nostalgias, son buenos viajes, recomendables para mis coetáneos: activan las neuronas ¡y son gratis!
Muy bello relato. Me pregunto si habrás leído El Caballo de Troya, un bestseller de los 80 que mi viejo tenía en su biblioteca y fue uno de los primeros libros que leí de niño. Explora justamente la idea de viajar en el tiempo a visitar la época de Jesus. Recuerdo haberlo leído con avidez, pero sospecho que era bastante malo.
Excelente como siempre. También era y soy fanático de El Túnel del Tiempo. Un misterio: porque Tony y Douglas siempre tenían la misma ropa? Todo un capítulo vestidos de romanos pero terminaban con su blazer y polera!
Excelente texto. Desde el misterio del tiempo en los medios hasta la percepción subjetiva de su transcurrir, para terminar con una historia personal impactante
Muy bueno como siempre Gustavo. Una pequeña corrección: el que usaba polera era Tony. Douglas se viste acorde a la época en la primera aventura, la del Titanic, cuando se ofrece a rescatar a su amigo. Ambos quedan atrapados y así siguen vestidos, Tony con polera y Douglas con el traje (salvo la corbata).
Puse Tony hasta el último momento, pero fui a chequear y me confundí con la cara de los actores en la actualidad, ya viejitos. Gracias por la corrección.
A propósito del sonido del trueno, da vértigo pensarlo del presente hacia el futuro, imaginar las montañas que movemos cada vez que le salvamos la vida a una mariposa. Gracias Gustavo hermoso texto.
Gustavo, hoy escribo para coincidir. A mi ya alta edad, viajar en el tiempo se está volviendo una costumbre. Nunca al futuro, siempre hacia mi pasado remoto. Todos los días me despierto (quizás porque he soñado) pensando en algún fragmento de mi infancia o adolescencia. A veces esto ocurre a la noche, cuando no puedo dormirme y caigo en el insomnio.
Un hecho intrascendente que inexplicablemente viene a mi memoria, alguien apareciendo con claridad o, más frecuentemente, en la penumbra, nombres que revolotean pero se me escapan, lugares que parecen pero que no son. Esas piezas sueltas suelen motivarme a reconstruir el contexto y las circunstancias: quien era quien, cómo se llamaba, dónde vivía, a qué jugábamos, de qué hablabamos, cómo era su familia, su casa… Generalmente mis pensamientos se desvían, van a la deriva, se comportan como hipervínculos que me conducen a cualquier lado. O a ninguno.
Pero debo decir que, más allá de provocar alguna angustia y muchas nostalgias, son buenos viajes, recomendables para mis coetáneos: activan las neuronas ¡y son gratis!
Nada como el tiempo para pasar.
Conmovedor
🙏🏻❤️
Muy bello relato. Me pregunto si habrás leído El Caballo de Troya, un bestseller de los 80 que mi viejo tenía en su biblioteca y fue uno de los primeros libros que leí de niño. Explora justamente la idea de viajar en el tiempo a visitar la época de Jesus. Recuerdo haberlo leído con avidez, pero sospecho que era bastante malo.
Me acuerdo de ese libro, pero no lo leí. Tenía mala fama!
Gracias Gustavo. Qué historia la de ida con tu hermano a la cancha de River ese trágico día!!!
Tremendo, haber estado ahí, en la misma tribuna, muy conmocionante.
Hermosísimo
Me encantó leerte, me voy con mis ganas de más.
Excelente como siempre. También era y soy fanático de El Túnel del Tiempo. Un misterio: porque Tony y Douglas siempre tenían la misma ropa? Todo un capítulo vestidos de romanos pero terminaban con su blazer y polera!
Excelente texto. Desde el misterio del tiempo en los medios hasta la percepción subjetiva de su transcurrir, para terminar con una historia personal impactante
Como siempre, entretenido y edificante. Qué hermoso el final, ¿quién pudiera volver a verse de niño? Maravilloso viaje, Gustavo.
Muy bueno como siempre Gustavo. Una pequeña corrección: el que usaba polera era Tony. Douglas se viste acorde a la época en la primera aventura, la del Titanic, cuando se ofrece a rescatar a su amigo. Ambos quedan atrapados y así siguen vestidos, Tony con polera y Douglas con el traje (salvo la corbata).
Un saludo
Puse Tony hasta el último momento, pero fui a chequear y me confundí con la cara de los actores en la actualidad, ya viejitos. Gracias por la corrección.
A propósito del sonido del trueno, da vértigo pensarlo del presente hacia el futuro, imaginar las montañas que movemos cada vez que le salvamos la vida a una mariposa. Gracias Gustavo hermoso texto.
Muy interesante y tierno final. Gracias
Un texto emotivo y bello. Gracias. Un abrazo.
Hermoso texto. Hermosos recuerdos.