Nuestro mantra en Maxikiosco, pero más específicamente aquí en Sabelotodo, es que saber cosas es mejor que no saberlas. Si mantenemos que saber cosas nos pinta una imagen más completa del mundo, entonces indudablemente saber idiomas debería ser casi una prioridad. No hace falta que un idioma sea útil y tampoco hace falta ser un verdadero políglota. Saber un poquito de cómo funcionan las cosas es nutritivo y, sobre todo, bello. La belleza, dirían Platón y Diego Latorre, es un fin en sí mismo. Yo, por lo pronto, estoy haciendo mi parte tomando lecciones de catalán en Duolingo. Jo escric Sabelotodo, vosaltres beuen llet.
Oriente
Pocas cosas me irritan más que las personas que insisten en que no tiene sentido estudiar inglés porque el idioma del futuro es el chino. Hace veinticinco años escucho eso y todavía los únicos que hablan chino son los chinos. (Esto no tiene nada que ver con la columna, pero este es mi texto y hago de él lo que me de la gana).
Volviendo.
El estereotipo que manejamos en Occidente es que allá, en Oriente, especialmente en Japón y China, no pueden decir la R y la cambian por la L. Canglejo, lata, álbol en lugar de cangrejo, rata, árbol. Lo que me resultó curioso es que vi el mismo gag en inglés y ahí es al revés: por ejemplo, en Team America: World Police, Kim Jong-Il dice “Herro” en vez de “Hello”. ¿Cómo puede ser? No tiene sentido que el chiste sea al revés.
Bueno, investigando un poco (diez minutos) descubrí que, en realidad, no es tanto que no pueden decir la R sino que, para ellos, la R y la L suenan muy parecidas.
A pesar de que son dos letras que suenan muy distintas (para nosotros) en realidad, fisiológicamente son bastante similares. La posición de la lengua dentro de nuestra boca para ambas letras es casi la misma. Los japoneses no tienen L, pero tampoco tienen una R exactamente como nosotros. Tienen un sonido intermedio, una especie de R suave que, en determinadas palabras o situaciones, podría ser una L. Al no tener ciertos sonidos en su propio lenguaje, es natural que también les cueste identificarlos de oído.
Tonos
Hay ciertas cosas, entre las que se encuentra el lenguaje, que nos cuesta mucho imaginar de una manera distinta a la que conocemos. Es difícil imaginar que un grupo de gente no pueda distinguir un sonido de otro cuando a nosotros la diferencia nos es tan evidente. Sin embargo, a nosotros nos pasa lo mismo. Volviendo al otro lado del mundo para dar otro ejemplo: el mandarín (entre otros) es un idioma tonal. Lo que quiere decir eso es que, además de las vocales y consonantes, también importa el tono que le damos a cada sílaba para determinar su significado. Las palabras para “mamá” y “caballo” en mandarín parecen idénticas, pero hay diferencias en el tono de una y otra. Al que no sabe (a mí y seguro a todos ustedes, que no están estudiando el idioma del futuro) le pueden parecer indistinguibles. Lo que es difícil de entender es igualmente difícil (o más) de replicar. Nuestros cerebros no crecieron programados para identificar esas sutilezas, pero los de un chino, sí.
日本語
El japonés tiene tres sistemas distintos para su versión escrita. La más antigua y compleja (y conocida, para mí) es el kanji. En el kanji, cada carácter es una palabra entera y, lógicamente, hay miles de caracteres. Las otras dos son el hiragana y el katakana. En estas dos, cada carácter es una sílaba. El primero es el más sencillo y es el que aprenden los niños japoneses en la escuela primaria, antes de adentrarse en el terrible mundo del kanji. El otro, el katakana, se usa principalmente para las “palabras prestadas”, un concepto que me gusta especialmente. Muchas palabras en japonés, si uno presta atención, son en realidad palabras en (por ejemplo) inglés, pero niponizadas. Vidrio, por ejemplo, se dice garasu. Si diseccionamos la palabra y pensamos que 1) el japonés suele meter vocales en medio de las consonantes y 2) la r y la l son intercambiables, fácilmente podemos reconocer que garasu viene de glass. Un videojuego que salió hace unos años, el Zelda: Breath of the Wild, en japonés se llama Zeruda, Buresu obu za Wairudo. La mitad de esas palabras vienen del inglés sin ser palabras que signifiquen cosas especialmente inglesas (buresu/breath/aliento, y wairudo/wild/salvaje). Los japoneses hacen esto hace mucho tiempo y con muchos idiomas, aunque con el inglés se intensificó mucho después de 1945.
Fútbol
Todo esto es menos exótico y curioso de lo que parece. Garasu no es muy distinto a los españoles diciendo beicon en vez de panceta o a nosotros diciendo fútbol. Y la R es una letra difícil hasta entre nosotros. La R que digo yo es muy distinta a la que dice un francés, un escocés, un brasilero o, incluso, un chaqueño. Además, es la consonante que más tardamos en incorporar cuando aprendemos a hablar. Es una letra salvaje, indomable.
Así como escribo toda esta edición de Sabelotodo sobre Japón y China, también creo que hay una sobremitificación de Oriente (de la que yo también soy culpable). No todo es tan raro y loco como parece. O al revés, todos somos igual de raros y locos. Es una cuestión de puntos de vista.
Final
La idea del lenguaje surgiendo como respuesta al mundo que rodea sus hablantes está bien resumida en este mito: los esquimales tienen cien palabras para describir la nieve. Bueno, déjenme decirles que eso es mentira. Tienen tres o cuatro, casi lo mismo que nosotros. Pero la idea detrás no está tan mal y me hace pensar en la reflexión de Borges sobre el Corán. Borges decía que la prueba de que el Corán es auténticamente árabe es que en él no hay camellos. Tampoco es cierta, hay camellos en el Corán, pero muchas veces de la mentira surge una verdad superior. No sé qué tiene que ver esto con los idiomas. No importa. Bona nit, amics.
Si están satisfechos con nuestra tarea, piensen en colaborar con un poco de dinero mensual de manera de ir construyendo una base de seguidores pagos que nos permitan mantener y desarrollar este emprendimiento. Los valores pueden no significar mucho en sus economías mensuales pero para nosotros son un ladrillo más para construir el servicio que soñamos.
Vean si algunos de los valores de acá abajo les resultan accesibles, el aporte es mensual vía Mercado Pago (PayPal para el extranjero) y podés salir cuando quieras sin ninguna dificultad:
Y, como siempre, los que quieran colaborar desde el exterior, lo pueden hacer vía PayPal:
Me encantó. Super interesante meterse con los idiomas y las reflexiones lingüísticas. 👏👏👏
Ah, los kanjis! Un amigo japonés contaba que esa era su materia temida en el colegio, como la matemática para muchos de nosotros. Hay cierta lógica en como se arman kanjis compuestos por otros, pero finalmente termina siendo un titánico ejercicio de la memoria. En YouTube seguro se encuentran programas japoneses de preguntas y respuestas cuya competencia principal es kanjis difíciles.