Agenda personalísima
Corinna y el Rey, No puedo vivir sin ti, Un actor malo, fútbol.
Cosas para escuchar, cosas para ver, cosas para NO ver y el fútbol de siempre en otra de las infaltables ediciones de la Agenda personalísima de Maxikiosco.
Corinna y el Rey (Podcast)
Un gran podcast, compuesto de ocho capítulos de alrededor de 40 minutos cada uno, en donde se narra la historia del Rey Juan Carlos de España y su relación clandestina con Carinna Larker, también conocida como Corinna zu Sayn-Wittgenstein, una empresaria alemana ligada por matrimonio a algunas casas reales europeas. De la mano de Corinna y dando rienda suelta a todos sus antojos personales, Juan Carlos va a poner en riesgo la corona española, disolver su familia, arruinar su legado y, en último término, se verá obligado a abdicar en favor de su hijo, el actual monarca Felipe. El retrato que sale aquí del Rey que en su momento salvó a la democracia, pintado fundamentalmente por Carinna, es el de un hombre disoluto y caprichoso, acostumbrado a hacer su voluntad y estar por encima de leyes y costumbres, dañando a seres cercanos sin demasiada culpa. Juan Carlos no sólo tuvo esa relación amorosa volcánica con la empresaria alemana —a quien gratificó con un "regalo" de 65 millones de euros— sino sospechosas relaciones con jeques árabes igualmente oscuros, traficantes de armas, agentes del servicio secreto y empresarios no menos corruptos.
La historia es fascinante y está contada con buen ritmo y claridad en esta producción que cuenta con el testimonio directo de Carinna Larker, cuyo punto de vista es privilegiado en la narración. No conocíamos tanto de la historia como para saber si sería necesario escuchar "otra campana", pero lo cierto es que ésta suena de manera tan fuerte y atractiva que por lo menos nos brinda una excelente compañía durante viajes y caminatas. Excelente podcast.
Maxikiosco
Esta semana solo tuvimos la entrega quincenal de la Inspectora Mariela Sexer, en un análisis tan sociológico como gastronómico del más porteño de los barrios porteños: Caballito. Vale la pena por la lectura misma y por sus consejos y tips.
No puedo vivir sin ti (Netflix)
El estilo televisivo de Suar, esa cosa desenfadada y canchera, inmadura, eternamente adolescente, con el cual construyó un personaje sobre el cual se edificaron décadas de costumbrismo en la Argentina, parece haberse convertido en una prisión para sus evidentes cualidades actorales, a diferencia de otros productos televisivos que se han diversificado y aggiornado con inteligencia (léase, Guillermo Francella). Misteriosamente, ese personaje tan lastimosamente argentino es el centro de una película enteramente española, filmada en Bilbao con equipo, elenco y producción ibérica. A las anteriores adicciones que Suar había desarrollado en sus últimas películas (el fútbol en El fútbol o yo, o la doble vida en Corazón loco), ahora se le suma la del celular, un intento de ser más contemporáneos en la temática, pero con un esquema igualmente estático y burdo. No hay escena de toda la eterna hora y media que dura la película en la que no se subraye la dependencia del personaje de Suar con el aparatito, a pesar de que todas las evidencias le indican que está haciendo un desastre con su vida. No hay, tampoco, escena que funcione con un mínimo de verosímil: todo está resuelto a las apuradas, sin imaginación ni un esfuerzo por hacer las cosas al menos profesionalmente. Si uno se toma en serio la trama, la pregunta que se hace es cómo un personaje tan estúpido y autodestructivo habría podido ser capaz de convertirse en padre de una familia modelo y empresario de éxito. Sin embargo, eso sería tomarse demasiado en serio una película que no lo hace consigo misma. Es hora de que Suar vuelva a hacer algo con Valeria Bertuccelli con quien realizó dos comedias decentes y razonablemente profesionales: Un novio para mi mujer (2008) y Me casé con un boludo (2016).
Un actor malo (Amazon Prime)
En el otro extremo de la galaxia cinematográfica, tratando también otro tema urticantemente contemporáneo, se ubica esta notable producción mexicana sobre una violación en un set de filmación. En la película vemos —con el registro crudo de una producción independiente—, cómo se filma una película igualmente indie, con una escena de sexo en la cual el actor, quizás confundido respecto del consentimiento, hace uso de sus privilegios de varón y breve, pero indudablemente, hace en la realidad de la cama lo que solo tendría que haber actuado. La reacción de la actriz/víctima desata una serie de comportamientos que no harán más que espiralizarse en una orgía de sobrerreacciones, fake news, histeria de masas y violencia. Es una película escrita y actuada con una inteligencia notable, que no deja tópico sin tocar pero todo con tensa elegancia y lucidez. Dura poco más de dos horas y, a diferencia de la película de Suar que dura bastante menos, se pasa volando en su apasionante incomodidad. Se dio en el último Bafici y vamos a compartir aquí el breve comentario que hizo para el catálogo, su director, nuestro amigo Javier Porta Fouz:
Endiablada, incómoda, tensa, Un actor malo está cargada y recargada de vértigo, uno nada amable. Este es un vértigo violento que primero opera de forma centrípeta con un momento específico de un rodaje al que se vuelve una y otra vez en formato de policial de investigación. Más tarde, el vértigo violento se vuelve centrífugo, disparando más y más consecuencias. Un actor malo es uno de esos relatos que confían en las viejas enseñanzas de algunos grandes maestros del guion, de aquellos que –alejados del minimalismo como de la peste– podían escribir diálogos y más diálogos para atraparnos y aterrarnos, mientras ya habían puesto –seguramente tipeado con el orgulloso sonido de las teclas– un título especialmente significativo. Javier Porta Fouz
Segunda fecha de la Premier, que arrancó sin demasiadas sorpresas Hoy, sábado, a las 11 —junto a otros tres partidos— juega el Manchester City, que ya ganó con sus armas de costumbre el primer match, contra el ascendido Ipswich (que ya perdió el suyo). A las 13.30, el eterno challenger, Arsenal, visitará al Aston Villa de Emiliano Martínez, un partido nada fácil. Y mañana, a las 12.30, Liverpool, en su era post Klopp, recibe a Brentford.
En el fútbol local, venimos de una semana muy a favor de River, que pasó con firmeza y claridad a Talleres en los octavos de final de la Libertadores, y que disfrutó de la eliminación de Boca en la Sudamericana en un partido accidentado y apasionante contra Cruzeiro. River juega el domingo a la 20.30 contra el increíblemente alicaído Newells (de paso, recomendamos el excelente y catártico newsletter de Javier Acuña, sufrido hincha leproso) y seguramente lo hará con todos sus titulares ya que los cuartos no arrancan hasta dentro de cuatro semanas.
Boca visitará a Estudiantes en La Plata pero recién el lunes a la 21. Veremos con qué ánimo.
El sábado a la 17, el clásico de Avellaneda, con dos equipos aparentemente en buen tono anímico. Puede pasar cualquier cosa; incluso, que no pase nada.
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Malísima la de Suar. Qué hace este hombre en Bilbao, con esa mujer que no le pega, manejando una empresa como un pavo.
Así y todo, él me hace reír.
Corinna y el rey es como escuchar The Crown por radio, gracias ❤️💛