Plataformas
Me entero por Santiago García, no por la propia plataforma, que Netflix puso a disposición la que para mí es la mejor película de su año, 2020: The King of Staten Island. No es que haya visto mucho en aquel momento pero era la pandemia, los gobiernos nos encerraban y a la dieta escuálida de los streamings le agregamos algunas películas conseguidas con herramientas. Esta fue una y el hecho de que no se hubiera estrenado en ningún formato en Argentina me hizo estar eufórico en soledad, un sentimiento más bien triste y contradictorio. De hecho, ni siquiera fue estrenada en los EE. UU. sino que fue exhibida por streaming.
La película es de juventudes desorientadas y de bomberos, dos grandes subgéneros, que aquí, ensamblados con pericia por el director Judd Apatow, generan algo superior incluso a la suma de las partes. La estrella, sin embargo, es el comediante Pete Davidson, actor principal y coguionista de una historia basada en una experiencia personal. El padre de Davidson, como el de Scott Carlin, el personaje de la película, es uno de los tantos bomberos que dio su vida tratando de salvar gente el 11 de setiembre de 2001 luego del atentado.
La madre de Scott, interpretada por la inoxidable Marisa Tomei, comienza a salir con otro bombero, lo que deja a Scott malhumorado y más perdido de lo que ya estaba. No voy a contar mucho más salvo describir que se trata de una película sensible, emocionante, extrañamente refinada. No hay villanos en The King of Staten Island, solo gente que trata de arreglarse de la mejor manera posible en este oficio tan complicado de la vida de adulto. De paso, el título de difusión en castellano es El arte de ser adulto y si bien se pasa de explicativo, tiene su gracia. El original hace referencia a esa isla desangelada y sin héroes que es Staten Island, al sur de Manhattan, un territorio tan cerca y tan lejos de la sofisticación de la Gran Manzana.
Si bien la película me encanta en toda su extensión y me parece coherente y sólida, los episodios en el cuartel de bomberos me resultaron especialmente extraordinarios. Ayuda a eso la aparición de Steve Buscemi, el actor de Perros de la calle, quien, en la vida real no solo fue bombero sino que cuando sucedió el episodio de las Torres Gemelas se subió a su auto en Los Angeles y cruzó el país de costa a costa para poder ayudar a sus hermanos en lo que ahora se conoce como Ground Zero.
Soy tolerante con los gustos sobre películas pero en este caso particular, si no les gusta me va a dar un poco de pena. Es una película que pasó desapercibida por culpa del COVID, a darle la vida que merece.
Fútbol
Amigos, si leen esto temprano les aviso que tienen una mañana de Premier League realmente espectacular. A las 8.30 (¡ya!) arranca Manchester United contra el Everton. A las 11 juega el Newcastle, que no para de ganar y de subir en la tabla, ya está tercero junto, justamente, al ManUn. Juegan de visitantes contra el Brentford. A la misma hora Tottenham-Brighton, el equipo del gran Harry Kane contra los muchachos de Alex MacAllister. Y a las 13.30, el City, previo a su partido de Champions entre semana, tratando de no perder puntos para seguir acosando al Arsenal, será visitante de Southampton. Que jueguen Haaland y Julián juntos y hagan 2300 goles.
Para el domingo queda otro partidazo, Liverpool-Arsenal, a partir de las 12.30. Si Arsenal no pierde puntos esta fecha, creo que empieza a dar la vuelta.
En cuanto al fútbol local, River y Boca juegan el domingo: River contra Huracán a las 19 y Boca como visitante ante Colón a las 21.30. El mismo día a las 16.30 está el clásico rosarino: Central-Newells. Habitualmente empatan uno a uno y tienen un expulsado por lado. A ver si la pego.
El sábado juega uno de los equipo decentes, Racing, a las 18, visitante de Gimnasia.
Teatro
Conozco a Sebastián Wainraich desde hace casi veinte años, cuando en 2004 comenzamos a trabajar en Indomables, en ese entonces conducido por Roberto Pettinato y producido por Diego Gvirtz. La primera vez que nos vimos estábamos los dos en calzoncillos en un camarín del canal América, tratando de conseguir un traje y de entender lo que íbamos a hacer en el programa. Cuando cada uno descubrió que el otro era fan del fútbol sintió un gran alivio: por lo menos algo de qué hablar íbamos a tener.
Con el tiempo, Sebas se convirtió en un puntal del programa, primero como movilero (el mejor, gracioso pero no pasado de canchero) y después con su segmento humorístico Kitsch. El programa después de un par de años felices, finalmente explotó en mil pedazos. Además de una gran experiencia y algunos sinsabores, me llevé de allí su amistad, esas amistades de varón que no necesitan ni frecuentación ni confidencias.
Wainraich llevó su sensibilidad y sus creatividad a la radio donde hizo en la Metro durante años Metro y medio, ahora en Urbana Play con el nombre Vuelta y media. Para mí, sin dudas, es el mejor programa de radio que hay: lleno de ideas y bien acompañado. Surfeó los años de la grieta y el kirchnerismo ocupándose de otras cosas y preservándose en el humor. Lo hizo muy bien. Como señaló Ergasto Riva en Seúl, es una persona sin resentimientos, lo cual lo pone muy muy arriba de sus camaradas de generación.
También desembarcó con felicidad en Netflix con las dos temporadas de Casi feliz (qué gran título) una serie con aires de autorreferencia que demuestra que además de su creatividad puede ser un gran actor.
La única faceta de su multiplicidad de artes a la que yo le venía escapando era la del standup. No porque no confiara en su gracia sino porque no me gusta el género. Cuando digo que no me gusta el género estoy diciendo que no puedo ver un espectáculo completo de los grandes: Jerry Seinfield, Ricky Gervais, Louis CK, etc.
Un poco por amor y otro poco por presión familiar, fui al Maipo a verlo haciendo Frágil. Estoy agradecido porque me pasé una hora y media riéndome con ganas, sintiéndome identificado en los chistes autodenigratorios pero también en el desconcierto que le provoca la existencia y que no se priva de comentar entre chiste y chiste. Sebastián te hace reír al tiempo que te llena la cabeza de preguntas sin respuesta.
Frágil está en el teatro Maipo todos los viernes de abril, desde las 21.30.
Comida (a cargo de Mariela Sexer)
¡Los argentinos se vanaglorian de haber inventado el dulce de leche, la birome y los sándwiches de miga! Para cada uno de estos “inventos” esta quién los refuta y les da otro origen. Aunque no lo crean en Japón hay sándwiches con un pan muy parecido al de miga, más esponjoso y podría aventurar más rico.
Por desgracia nunca fui a Japón (es mi sueño pendiente) pero por fortuna fui a Shokupan, de Tomas Di Lello. Los shokus que venden ahí son una reversión de los sándwiches de miga, pero más gordos y con un toque moderno. Igual para los conservadores no falta el de jamón y huevo. Tienen ocho variedades y los sábados suelen tener un gusto especial, el pasado fue de tortilla de papas y rúcula. Abren a las 11 de martes a sábados; si querés asegurarte tu cajita te recomiendo escribirles por Instagram, reservar y pagar por mercado pago. Así no vas a llegar y te van a decir: se nos acabó el de atún y palta.
Yapa: Van a tener su puesto en la feria gastronómica Mappa el fin de semana que viene. ¡Después no digan que no les avisamos!
Si te parece que el esfuerzo de hacer Maxikiosco merece una recompensa económica equivalente a un alfajor y una Coca, acá tenés algunas formas de hacerlo mediante Mercado Pago y, si estás en el exterior, PayPal en dólares. La desuscripción es inmediata y muy sencilla.
¡La ví! Durante la pandemia y por HBO. Me gustó muchísimo, la interacción entre los personajes de Davidson y Buscemi es genial.
Hola Gustavo, felicitaciones por tu verano en Rivadavia! Coincido que la peli es muy buena pero si te bancás que te muestren 2 horas un NY no glamoroso. Dada la realidad argenta, cuando miro tele quiero fantasía. Por ahora al menos. Muy bueno el blog!